martes, 5 de junio de 2018

Mecanismos de defensa frente a las infecciones

DEFENSAS INTERNAS

Inmunidad inespecífica son defensas contra todo tipo de microorganismos patógenos.
Hay dos mecanismos: fagocitosis e inflamación.

Fagocitosis:
Este proceso lo realizan un tipo de glóbulos blancos llamados macrófagos. Estas células son capaces de emitir unas prolongaciones citoplasmáticas llamadas pseudópodos que engloban a los patógenos y forman una vesícula que queda en medio del citoplasma. Los lisosomas se fusionan con la vesícula y fagocitan a los microorganismos (heterofagia intracelular). También se utiliza este proceso para la destrucción de células tumorales o envejecidas.

Inflamación:
Es una reacción local provocada por la entrada de microorganismos patógenos a través de una herida y evitar su propagación. Se produce una vasodilatación y aparecen una serie de signos: hinchazón, calor, por aumento de la temperatura, enrojecimiento y dolor.

Los macrófagos salen desde los capilares sanguíneos y destruyen los patógenos mediante fagocitosis. Las células y los microorganismos muertos, junto con lo fluidos celulares forman un líquido blanquecino llamado pus.


DEFENSAS EXTERNAS:
Nuestra piel juega un papel muy importante para defendernos de las infecciones. Constituye la primera defensa de nuestro organismo.
La piel es un órgano formado por dos capas de tejido epitelial pluriestratificado, originada en el estrato basal formado por células vivas, que se reproducen continuamente, desplazando las células más jóvenes a las viejas, que mueren y se cargan de una nueva proteína llamada queratina, y acaban desprendiéndose. También contienen los melanocitos o células pigmentarias que contienen melanina.
La capa interna es la dermis, un tejido conjuntivo muy vascularizado (con muchos vasos sanguíneos). Contiene varios tipos de receptores sensoriales como los del sentido del tacto, temperatura y dolor, y las glándula sudoríparas y sebáceas.
La piel cubre la superficie del cuerpo, formando una barrera protectora contra la acción de agentes químicos, físicos y microorganismos patógenos sobre tejidos más profundos.
Lógicamente, las quemaduras y otras lesiones de la piel llevan consigo un alto riesgo de infecciones. También las mucosidades nos protegen de las infecciones en las aberturas corporales.

INMUNIDAD ESPECÍFICA:
Son defensas producidas contra microorganismos específicos.
Se llama antígeno a cualquier sustancia extraña que al penetrar en el organismo provoca una respuesta del sistema inmunitario específico contra ella. En este tipo de inmunidad interviene un tipo de célula sanguínea llamada linfocito.
Los linfocitos se forman en la médula roja ósea y reconocen a los antígenos formando unas moléculas llamadas anticuerpos que se unen específicamente a ellos y los destruyen. Algunos linfocitos se convierten en células de memoria sobreviven mucho tiempo en nuestro organismo guardando la información sobre los antígenos, de forma que ante una nueva infección del mismo antígeno responden con gran rapidez.


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